domingo, 28 de agosto de 2011

Paprika (Yasutaka Tsutsui - 1993)



    Más vale "tarde que nunca" y por fín se edita este título del "enfant terrible" de la literatura nipona, tan criticado como idolatrado.

  Yasutaka Tsutsui nació en 1934 y es autor de una buena cantidad de novelas y relatos cortos, todo ello inédito en este bendito país (y en Europa en general, que todo hay que decirlo); hasta que ediciones Atalanta se atrevió a regalarnos una selección de cuentos en forma de libro con el sugerente título de "Hombres Salmonela en el Planeta Porno" (Atalanta 2008). Un año después Atalanta volvió a insistir en agrupar relatos y pidió al autor que recopilara los que considerara mejores; el resultado es "Estoy Desnudo" (Atalanta 2009).

Yasutaka Tsutsui
  Imposible de conseguir en formato electrónico y con las reservas de gastarme 18 euros en cada uno de ellos, esperé a que saliera a la luz ibérica el que seguramente sea su título más conocido internacionalmente; la novela "Paprika" (Atalanta 2011).


   Mi relación con "Paprika"  ha sido similar a otros casos de títulos asiáticos; primero descubro la banda sonora, después la película y por último la base literaria; ya me pasó en su momento con "Akira" con banda sonora de Shijo Yamashiro (interpretada por Geinoh Yamashirogumi); película dirigida por Katsuhiro Otomo que es también el autor del cómic de culto que es fuente de origen de todo. Otro caso similar es el de Uzumaki; primero me topé con la inquietante banda sonora de Keiichi Suzuki y Tetsurou Kashibuchi; después ví la sorprendente película dirigida por Higushinsky (2000) (reseña aquí) y por último descubrí el imprescindible cómic de Junji Ito (1998) y que es la semilla de toda esa locura espiral (reseña aquí) .

   "Paprika" es una novela que podríamos catalogar genéricamente como de "ciencia ficción", si bien tiene elementos tan dispares que van apareciendo conforme transcurre la historia, que hacen que la novela sea absorbente desde la primera hasta la última página. Básicamente la historia se divide en un planteamiento sobre todo científico; un nudo donde se mezcla la ciencia con la experimentación onírica y toques policíacos; y por último un desenlace absolutamente fantástico y desmadrado.

  "Paprika"  cuenta con elementos muy arraigados en la cultura nipona; desde ese fetichismo pulp que tienen (el género masculino sobre todo) por la imagen erótica de la chica adolescente (en este caso de la doctora Atsuko Chiba, con cuerpo y belleza de chica adolescente, que se disfraza para "atrapar" a los clientes masculinos (y femeninos?). También tiene cabida en esta novela, por supuesto, de esa fascinación que tienen los japoneses por los elementos sobrenaturales que terminan por destruirlo todo y que está presente en mucha de la cultura nipona (véanse desde las películas de Godzilla, anime como Mazinger Z, cómics como Akira, etc,etc). Puede que esta fascinación por la destrucción tenga como origen las bombas atómicas que sufrieron en el siglo XX, el ancestral miedo a terremotos y tsunamis, la gran cantidad de deidades de su cultura; no se, el caso es que al final todo es pura destrucción ante la impasible mirada de los pobres japoneses, que parecen aceptarlo como quien no quiere la cosa.

   En algunas reseñas de este libro es frecuente leer sobre la influencia de "Paprika" sobre otras películas posteriores a ellas como "Avatar" (2009) ó "Matrix" (1999), yo no veo tanta influencia sobre estas películas, sin embargo si que la veo sobre la extraordinaria "Origen" de Christopher Nolan (2010), y también me viene a la memoria "eXistenZ" de David Cronenberg (1999) e incluso "Días Extraños" de Kathryn Bigelow (1995). En cualquier caso "Paprika" es anterior a todas ellas, aunque es cierto que la idea de poder visualizar y grabar sueños e incluso meterse en ellos es tan antigua como recurrente en muchas novelas y películas de ciencia ficción anteriores.

   Una de las claves que hacen de "Paprika" un libro fascinante y fantástico, la explica el peruano Fernando Iwasaki en el prólogo, y es el uso de los momentos "Kyogen" que tan habituales son en la cultura nipona y que en occidente a veces descolocan a cualquiera; entre escenas dramáticas se introduce un momento cómico que no viene al caso y que sirve como "relajante muscular"; como esa copita de sorbete que te sirven en algunos restaurantes entre el primer y segundo plato. "Paprika" está lleno de momentos Kyogen  que sirven para descolocar al lector, dando un ritmo frenético a la novela.

  Sin desvelar nada porque es una novela altamente aconsejable desde principio  a fín, como resumen diré que la historia se centra en el Instituto de Investigación Psiquiátrica de Tokyo; allí trabajan Kosaku Tokita; un genial inventor creador de máquinas con las que acceder a los sueños de enfermos mentales, y Atsuko Chiba, la psiquiatra que mejor sabe sacarle partido a dichos inventos. Los dos tienen la posibilidad de ganar el Premio Nobel de Medicina, lo que hace que alrededor de la pareja crezcan los odios y las envidias. Por supuesto también está "Paprika", una chica legendaria conocida como la "Detective de Sueños" y que es reclamada eventualmente para curar enfermedades mentales de personas influyentes que no quieren que nadie sepa de sus dolencias. Kosaku Tokita, intentando perfeccionar su obra, crea el Mini DC, un aparato tan genial como imprevisible en sus efectos secundarios...

   "Paprika" como ya dije, es una novela frenética, sobre todo en su segunda parte, lo que no significa que la primera sea lenta, o por lo menos a mi no me lo ha parecido; aunque reconozco que es una lectura que obliga a prestar atención a todos los detalles, sobre todo en la descripción de los sueños, porque todos esos detalles tienen su importancia en la historia. Todas las referencias científicas se hacen creibles y bien explicadas, las relaciones entre los personajes se vuelven maravillosamente obsesivas para lo bueno y lo malo. Los personajes son carismáticos, incluso los malos; increiblemente deliciosos todos, como el caso de Kuga. Lo que parecen situaciones denigrantes y violentas, se vuelven placenteras. Todo aderezado de erotismo sutil, picante como la propia paprika; y un desenlace final sorpresivo, increible y alocado.

  No solo voy a leerme las dos compilaciones de relatos cortos, sino que voy a mandar un correo a ediciones Atalanta para que se no dejen de editar anteriores títulos de  Yasutaka Tsutsui, uno de los grandes descubrimentos de la literatura nipona y que necesita ser descubierto por cualquiera que le guste leer. Eso sí, es necesario tener la mente abierta para esperar cualquier cosa; como diría el propio Yasutaka Tsutsui:

  "Hay naciones tristes y alegres. Yo preferiría que mi obra se tradujera a naciones alegres."




 



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