domingo, 6 de noviembre de 2011

Ni Hansel Ni Gretel (Juan Ramón Biedma 2011)

     Hace ya un puñado de años, poco antes de que naciera Ana, con la ilusionante expectativa de contarle todas las noches un cuento, compré en el Círculo de Lectores una colección de cuentos llamada "El Palacio de los Cuentos" formada por 12 libros, cada uno correspondiente a un mes. En una estantería quedaron coleccionando polvo hasta que llegó el día en el que mi hija me reclamó un cuento para dormirse; acordándome de la colección cogí el del mes correspondiente y lo hojeé buscando uno corto y adecuado; leyéndo los relatos por encima me encuentro con lo siguiente:
"El frío era atroz. Él se frotaba las manos con fuerza, se daba con los puños en el cuerpo, en las piernas, en los pies y en la cabeza, pero al final se puso tan azul como una mora, se cayó al suelo y murió. Su cuerpo lo echaron junto con los cadáveres de los demás congelados"
  -Joder! Que es esto?-

   Busqué en otro libro, otro mes:

  "Llegaron al granero, desde donde se veían las puertas, y de las puertas colgaban dos muertos. Entonces preguntó Guisante:
     - ¿Quienes son ésos?
     - Son los hermanos de mi mujer.- Le respondió el dragón."

  Dejé cuidadosamente el libro donde estaba, bajé a la habitación de mi hija, y le conté lo que me acordaba de las historias de Winnie The Pooh.

  Al día siguiente hice una lista de cuentos clásicos para bajarlos de internet: "Blancanieves", "Pulgarcito", "Los tres Cerditos", "Rampunzel", "Caperucita".. y como no.. "Hansel y Gretel".
  
  El caso es que después de bajarlos y leerlos me quedé un poco descolocado; todos en el fondo tenían un mensaje terrible; Blancanieves y la madrasta que la quiere matar; El lobo que se quiere comer a los cerditos o a Caperucita..

  Pero sin duda el peor y más terrible de todos es el de "Hansel y Gretel"; una historia terrible y terrorífica apta para estómagos de hierro.

  Hansel y Gretel son hermanos, niños pequeños, que viven con sus padres en lo profundo del bosque. Es una familia pobre al extremo de pasar mucha hambre. Un día, cuando la situación es más desesperada, la madre le pregunta al marido que qué van a comer al día siguiente, que no les queda nada; el marido, seguramente complaciente ante lo que la mujer le ofrece en la alcoba y con menos sangre que el tobillo de un canario, en lugar de soltarle lo que le respondió el Coronel a su esposa ante la misma pregunta en la novela de García Márquez, se limitó a dejarse convencer por la mujer; dejarían a los niños abandonados en el bosque para que se los comieran las fieras, y que así fueran dos bocas menos. Después de dos intentos y unas migajas de pan comidas por los pájaros, los niños terminaron por perderse en el bosque; después de deambular y casi a punto de rendirse, llegaron a una casita de chocolate de la cual todo se podía comer. Pero, como todos ya saben, era una trampa de una terrible bruja para atraer a niños que, después de cebarlos, terminarán siendo engullidos por la terrible bruja. El día del infausto festín Gretel, la niña, con un engaño y en un descuido de la bruja, mete a esta en el horno encendido, siendo la bruja pasto del fuego. Los niños terminan por encontrar el camino a su casa ayudados por un pato y se reencuentran con el desdichado padre, ya que la madre murió (¿?). Y fueron felices y comieron perdices.

   Esta historia, adaptada por Jacob y Wilhelm Grimm en el siglo XIX, tiene su base en una historia de la Edad Media; época de miserias donde el infanticidio por la falta de comida e incluso casos de canibalismo eran habituales.
   Seguramente el personaje de la madre y la bruja eran en realidad la misma persona, por eso la primera "desaparece" misteriosamente del cuento.

  Semejante historia es difícil de edulcorar para contársela a un niño y solo la idea de una casita de chocolate es reclamo para mantener su interés. Siempre queda el recurso de "tunear" una historia más acorde como las de Winnie The Pooh, Mickey etc.. para introducir la casita de chocolate o que sea; mi hija terminó por pedirme cuentos a la carta donde quería que tal o cual personaje hiciera esta o aquella cosa y donde siempre aparecía mi hija salvando a todo el mundo montada en un pegaso blanco.

  "Ni Hansel Ni Gretel" (Juan Ramón Biedma - 2011)


   En el mundo virtual en que vivimos, donde impera el imperio de la manzana y por el que tenemos acceso a infinidad de aplicaciones e incluso libros a precios que rayan el concepto de "regalado", es necesario y obligatorio que autores lejanos al bet-seller se inclinen por divulgar su obra aprovechando la tecnología y escapándose un poco de la maquinaria que supone el papel físico. De esa forma nos llega este relato corto de Biedma, a través de esta página Web que la vende a un ridículo pero provechoso euro (1 Euro, si).

www.Sigueleyendo.es 
 
   Que una historia como "Hansel y Gretel" pase por debajo del rodillo "Biedma" solo puede tener como resultado un relato corto salvaje y malsano como el que acabo de leerme.

  Hay padre, hay niños, incluso bruja y casita de chocolate:
"Uno de los tipos se ha referido a la camioneta de la bruja como la "casita de chocolate"; al parecer, se ganaba unos euros vendiendo hachís a sus vecinos".

   De la madre solo hay una referencia de pasada, pero viendo como transcurre la historia, es más que significativa: 

  Dejó que su mujer lo convenciera para venderlos - salvarlos, pensaría ella- 

   Y es que cuando nos referimos a Juan Ramón Biedma, lo que parece normal se vuelve extremo; cuando leo sus libros se me viene a la mente el juego  "Silent Hill", que cuando menos lo esperas, la normalidad que te rodea se convierte en un terrible mundo alternativo, sucio y cruel.



  "Ni Hansel ni Gretel" no iba a ser distinto y lo que parecía blanco (El padre desesperado buscando a sus hijos) se convierte en ese color más doloroso que el negro.

  Y paradojicamente al final las lanzas se tornan cañas y  quien en el cuento eran claros y oscuros, aquí son oscuros y claros.  

  Imprescindible Juan Ramón Biedma en todo lo que escribe.

(Podrías editar esos relatos tuyos que no encuentro de esta forma digital y asequible para todos).