"Nel mezzo del cammin di nostra vitami ritrovai per una selva oscurache la diritta via era smarrita".
Al igual que en la "Divina Comedia", mi relación con "El Club Dante" empezó en una selva oscura con el camino perdido; gracias a la insistencia, tuvo feliz final...
En 2003 Círculo de Lectores incluye en su "Galaxia Gutenberg", celebrando su 40 aniversario, una extraordinaria edición de "La Divina Comedia" de Dante Alighieri ilustrada por Barceló. Tenía muchas ganas de aproximarme a esta obra maestra de la literatura y aprovechó mi mujer la oferta de lanzamiento para regalármela. No puedo negar mi fascinación por la obra de Miquel Barceló y juntar en una obra sus acuarelas con un libro que me atraía desde hace años como el imán a las limaduras de hierro, colmaba todas mis expectativas.
"La Divina Comedia" es una monumental obra a la que hay que acercarse con sigilo y bien preparado; tan compleja, densa y llena de secretos y misticismo es. En el poema épico, escrito a principios del siglo XIV, el número "tres", lo mismo que el "diez", son números simbólicos y cabalísticos que están presentes en toda la obra; "tres" evoca la trinidad sagrada, el equilibrio y la estabilidad, y el triángulo. El poema, dividido en tres partes diferenciadas como con "Infierno", "Purgatorio" y "Paraiso", cuenta con tres personajes principales, Dante, que personifica a la humanidad, Beatriz, que personifica la fe, y Virgilio, que hace otro tanto con la razón. La estrofa por su parte está compuesta por tres versos, y cada una de las cánticas cuenta con treinta y tres cantos. Se usa un tipo de rima original, la "terza rima":
a.b.a
b.c.b
c.d.c
...
Durante siglos "La Divina Comedia" ha sido objeto de estudio por eruditos, exégetas, sociedades, críticos y estudiosos de toda índole. El poema puede leerse según los cuatro significados que se atribuyen a los textos sagrados: literal, moral, alegórico y anagógico.
"Vamos, que el angelito Dante Alighieri se tenía que aburrir cosa mala en su época para concebir semejante bicho en forma de libro".
Apabullado por su lectura y buscando algo mucho más ligero para desentoxicarme un poco, empecé a leer en aquella época literatura de misterio histórico que tan de moda se puso con títulos como "El Código Da Vinci" de Dan Brown, que es un pésimo libro, pero no tanto como su precuela "Ángeles y Demonios". En 2006 llegaron a mis manos dos libros que, dentro de ese tipo de literatura de misterio, tenían como punto común la "Divina Comedia"; "El último Catón (2001)" de Matilde Asensi y "El Club Dante (2003)" de Matthew Pearl.
El libro de Matilde Asensi es un divertimento bien escrito (menos, quizás, la alocada parte final) y muy entretenido. Me entusiasmé con esta escritora; entusiasmo diluido cual azucarillo conforme ha ido sacando nuevos títulos.
Acostumbrado ya a la literatura ligera empecé a leer "El Club Dante" de Matthew Pearl, libro escrito en 2003 pero publicado en España en 2006. Fué como chocarme de frente con una pared; lo que contenía el libro no era literatura fácil de usar y tirar, era LITERATURA en mayúsculas, profunda, seria con estilo y carácter; mi mal acostumbrada mente no pudo soportar tal impacto, no estaba muy por la labor de cambiar el chip y aparqué el libro para seguir leyendo banalidades varias.
Hace poco rescaté el libro de la estantería, tenía esa deuda pendiente, y ya con el chip cambiado y después de haberme aventurado durante una época a leer literatura japonesa, retomé, seis años después, la lectura de "El Club Dante".
Hace poco rescaté el libro de la estantería, tenía esa deuda pendiente, y ya con el chip cambiado y después de haberme aventurado durante una época a leer literatura japonesa, retomé, seis años después, la lectura de "El Club Dante".
Matthew Pearl
Muchas de las críticas de este libro en internet vienen a incidir en lo mismo; la gente espera algo parecido a "El Código Da Vinci" y se encuentran con "otra cosa". Es un libro que obliga a pensar, a leer pausadamente y por desgracia en la actualidad el consumidor de cultura evita en lo máximo tener que ejercitar la mente a ese extremo; solo hay que ver el 99% del cine, literatura o música que llega al éxito.
"El Club Dante", con sus defectos de novela nobel y apasionada, para mi gusto es un libro magnífico que ante todo dibuja la sociedad americana en un momento histórico crucial para ese país como fué la finalización de la Guerra de Secesión en 1865 y el magnicidio que supuso el asesinato de Abraham Lincoln ese mismo año. Fué aquella época en la que la sociedad americana tuvo que aceptar la emancipación de los esclavos y asímismo ver como gran cantidad de inmigrantes de toda índole llenaban sus cuidades. Así mismo fué, en el campo de las letras, una época donde destacaban poetas de la talla de Longfellow (considerado primer poeta americano) y que con su traducción de la Divina Comedia dió cuerpo final al Romanticismo y su revisión de los clásicos extranjeros frente al puritanismo inglés.
Retrato de Dante Alighieri por Sandro Botticelli
En el libro se relata por un lado, y en eso Matthew Pearl tiene mucho que decir, la primera traducción americana de la "Divina Comedia" por parte de Henry Wadsworth Longfellow (1807-1882) y los problemas que tuvo con el tradicional mundo académico de la época. Se nota claramente que el proposito de Pearl es dar a conocer la historia de la traducción, ya de por si interesante, usando como pretexto la intriga de las muertes relacionadas con "La Divina Comedia".
Estatua de Dante Alighieri en Plaza Santa Croce de Florencia
El libro tiene sin duda un punto de inflexión en su desarrollo donde los poetas deciden salvar su proyecto Dante y descubrir y, si es necesario, enfrentarse a su particular Lucifer. Momento tan solemne como emocionante y que tiene como leit motiv los extractos del bello poema de Tennyson "Ulises"; cuando el heroe griego, después de participar en la guerra de Troya, en el ocaso de su vida y temiendo el hastío de la vuelta a su hogar en Ítaca con su esposa Penélope y su hijo Telémaco, convoca a sus marineros para una última aventura.
Mis marineros, almas que han trabajado, luchado y pensado conmigo...
...
...tú y yo somos viejos:
pero la edad avanzada tiene su honor y su afán.
La muerte lo clausura todo; pero algo queda antes del fín, aún
puede llevarse a cabo alguna empresa noble...
...
...los profundos
lamentos rondan con muchas voces. Venid, amigos míos,
no es demasiado tarde para ir en busca de un nuevo mundo...
...
...y a pesar
de que ahora no somos la fuerza que en días pasados movía
tierra y cielo, lo que somos, lo somos...
- "lo que somos, lo somos..."
- "...lo que somos, lo somos
Un temple igual de corazones heróicos,
debilitados por el tiempo y el destino, pero con voluntad fuerte
para afanarse, para buscar, para encontrar..
...y para no ceder".
Y es justo ese momento, al final del primer canto, es cuando el libro sumerge en la trama emocionante y policial; hablamos de la página 150 y por eso es compresible que mucha gente, ávida de misterio, abandone la lectura mucho antes.
Porque "El Club Dante" es un libro denso, atípico, que peca de bisoñez en el ritmo y que cuesta de entrar en su trama; es su mayor defecto sin duda. Es como un repecho con duras rampas que termina por derrotar a los impetuosos, pero que termina por ser dominado por el curtido ciclista que sabe administrar su esfuerzo descansando en los momentos de mayor congestión; y como recompensa encuentra en su cumbre un vergel, un oasis en forma de magnífica lectura.
Porque "El Club Dante" es un libro denso, atípico, que peca de bisoñez en el ritmo y que cuesta de entrar en su trama; es su mayor defecto sin duda. Es como un repecho con duras rampas que termina por derrotar a los impetuosos, pero que termina por ser dominado por el curtido ciclista que sabe administrar su esfuerzo descansando en los momentos de mayor congestión; y como recompensa encuentra en su cumbre un vergel, un oasis en forma de magnífica lectura.
Los personajes, lugares, estamentos y sociedades que conforman el ficticio relato del "Club Dante" son reales y convivieron en aquella época:
Oliver Wendell Holmes
(1809-1894)
James Russell Lowell
(1819-1891)
James Thomas Fields
(1817-1881)
Y como no...
Henry Wadsworth Longfellow
(1807-1882)
Este último, venerado por todos los demás, desde el trágico fallecimiento de su esposa, casi no sale de su hogar; la "Casa Craigie", donde se dan cita los componentes del "Club Dante" para proseguir con las deliberaciones y correciones de la traducción que hace Longfellow de "La Divina Comedia" de Dante.
Craigie House
Como ejercicio alternativo y para valientes e inquietos culturales, propongo leer la edición de la "Divina Comedia" traducida por Angel Crespo, con ilustraciones de Miquel Barceló y como banda sonora a la lectura, la trilogía que Tangerine Dream hizo sobre la obra de Dante y que comprende los discos "Inferno (2002)", "Purgatorio (2004) y "Paradiso (2006).